No nos extenderemos en un largo estudio de la historia. Pero OSHA se formó por una razón. Si bien muchas empresas, pasadas y presentes, hacen todo lo posible para garantizar la seguridad de sus empleados, también hubo, y todavía hay, muchas que no dan alta importancia a la seguridad de los trabajadores. Dado que una de las funciones del gobierno es “promover el bienestar general” de sus ciudadanos, era necesario hacer algo para garantizar que todas las empresas estuvieran haciendo “lo correcto” en lo que respecta a la seguridad y el bienestar de su fuerza laboral. Con ese propósito en mente, OSHA fue creada y promulgada por el presidente Richard Nixon bajo la Ley de Seguridad y Salud Ocupacional de 1971.

Cuando OSHA establece una nueva regulación, busca y recibe una enorme cantidad de aportes del público a través de RFI (Solicitudes de información) y anuncios de que una nueva regulación está pendiente. Consultan tanto a grandes como a pequeñas empresas para garantizar que la regulación no imponga cargas indebidas a las pequeñas empresas y les cause sufrimiento financiero o potencialmente cierre. La conclusión es que OSHA tiene un proceso sistemático para tratar de equilibrar la necesidad de seguridad y salud con la productividad de los negocios.

Dentro de nuestra industria, OSHA proporciona herramientas educativas como la Herramienta electrónica para camiones industriales motorizados para ayudar a las empresas a comprender los peligros de los montacargas y cómo garantizar que cada padre, madre, hermana y hermano que opera uno llegue a casa sano y salvo cada noche. Este sitio está repleto de información con el único propósito de garantizar que cada persona que opera un montacargas conozca los peligros del equipo y tenga orientación sobre cómo operarlo de manera segura dentro de los parámetros de su entorno de trabajo.

El resultado no se puede debatir. Desde su creación, las muertes y lesiones laborales se han reducido en un 60%. De hecho, en 1971, cuando se promulgó la ley OSHA, las muertes en el lugar de trabajo ascendían a unas 14.000 por año. En 2009, aunque la fuerza laboral estadounidense se duplicó, el número de muertes en el país debido a lesiones laborales se redujo a 4.400. OSHA ha ayudado a las empresas a lograr esto creando mejores prácticas para cualquier trabajo determinado, compartiéndolas con otras empresas a través de su proceso educativo y haciéndolas cumplir mediante inspecciones.

Realizamos una enorme cantidad de capacitación para operadores de montacargas para cumplir con los requisitos de OSHA. Cuando involucramos a un cliente en capacitación, lo alentamos a que no lo aborde simplemente como otro “aro que el gobierno nos obliga a saltar”. Si bien sí, reconocemos que supone una carga para una empresa y no hay duda de que ha habido ocasiones en las que OSHA no lo ha hecho del todo bien, creemos que OSHA aporta valor a todos los estadounidenses en el lugar de trabajo.

Hemos descubierto que las empresas que ofrecen programas integrales de capacitación tienen niveles más altos de satisfacción de los empleados, lo que conduce a una mejor productividad, un mejor cuidado del equipo que operan, menos accidentes y lesiones y un resultado final más saludable para la empresa. ¡Eso es un subproducto de OSHA con el que todos podemos vivir!